Con este vehículo fácil, silencioso y divertido primero pasearemos por plano envueltos de sus cultivos fruteros y cereales, después cruzaremos el pequeño pueblo de Gualta presentado por su puente románico de cinco vueltas, para subir a la montaña hasta llegar a la cima del Puig de la Font Pasquala des de donde se divisa toda la plana del Baix Ter y una breve explicación nos descubrirá algunos pequeños misterios. Bajando por la montaña y pasando otra vez por Gualta saludaremos al majestuoso Molino que llegó a ser una minicentral eléctrica que subministraba luz al entorno. Un par de kilómetros mas para volver al punto de salida y se acabará la memorable experiencia de conocer un trozo mas del Empurdà.